viernes, 22 de julio de 2016

LAS PIRATERIAS DEL PIRATA MORGAN


LAS PIRATERÍAS DEL PIRATA MORGAN

LLEGARON LOS DUEÑOS DE LO AJENO

Como los españoles, los ingleses, también vinieron hacerse dueño de lo ajeno. Después del llamado descubrimiento de América atribuido a Cristóbal Colón (1492) se inicia el saqueo de las riquezas en nuestros territorios. La Madre Patria quiso mantener en secreto la “Nueva Tierra Prometida” solo para ella. Pero el proceso de expansión de los imperios europeos no era exclusivo de la Corona de España, ya que los ingleses también andaban en busca de materia prima para el desarrollo de su naciente capitalismo.  Así, pues, las aves de rapiña se lanzaron sobre su presa: Las Indias. Donde Colón creyó haber llegado como lo manifiesta en una de sus cartas dirigida a los reyes de España:
“Desde el punto de vista espiritual, he llegado a las Indias, aislado con mis meditaciones, enfermo, esperando la muerte de un día para el otro, rodeado de un millón de salvajes crueles que nos hacen la guerra, alejado de los Santos Sacramentos, de la Santa Iglesia que olvidará mi pobre alma, si ella abandona aquí mi pobre cuerpo”. (C. Colón, 1503)


Posteriormente, Colón, junto con Américo Vespucio, se percatan que habían llegado a lo que nombraron como “El Nuevo Mundo”. En uno de sus apartes, Vespucio describe en su carta (1503) algunas de las características de nuestros nativos: “Sus armas son el arco y la flecha. Cuando se enfrentan en batalla no se cubren ninguna parte del cuerpo, de modo que aun en esto son semejantes a las bestias”. Y como bestias fueron tratados, en su mayoría diezmados, desplazados de sus propios territorios y saqueadas sus riquezas. 

PIRATAS, CORSARIOS, FILIBUSTEROS Y BUCANEROS: TODOS BAJO EL MISMO SELLO

Antes de iniciarse la piratería en las colonias españolas en América,  ya estas prácticas se habían realizados en otras partes del mundo como consecuencia del desarrollo del proceso expansionista que estaba en pleno auge en varios países europeos (Inglaterra, Francia y Holanda, incluido España y otros). En resumen, se sostiene que: “La piratería surgió y en pequeña escala reflejo los conflictos sobre el comercio y la colonización que los grandes poderes europeos rivales de la época mantenían, incluyendo los imperios de Gran Bretaña, España, Holanda, Portugal y Francia. Muchos de estos piratas fueron ingleses, franceses, españoles y holandeses”.

El imperio español se creyó dueño absoluto de todo el territorio conquistado en América. Alejandro V aseguraba que todo el territorio conquistado era “Inalienable e Intransferible” y gozaba de la firma papal; por tanto, era un “derecho divino”. No creían igual los franceses ni la corana inglesa. Todo lo contrario, Isabel de Inglaterra sostenía que los mares y los cielos son de todos. Con lo cual quería decir que también los ingleses tenían parte en el botín. De tal manera, que es difícil definir cuál de los tantos tenía mayor  ambición hacia las riquezas de los territorios del Nuevo Mundo. 

LLEGARON, ROBARON Y SE QUEDARON
El creciente comerció entre las colonias y España y la explotación del oro y la plata que ambicionaban también el resto de los imperios europeos, fue una de las causas del inicio de la piratería en los mares y en tierra firme. El apogeo de la ambición del oro en  América inició la lucha entre los imperios por el control de la explotación del mineral precioso y el dominio territorial. Según Paul Veyne, primero fueron los corsarios franceses y le siguieron los ingleses. Quienes no solo se dedicaron a atacar los barcos españoles que transportaban el oro y la plata, sino que también asaltaban las poblaciones estratégicas fundadas por los españoles  y colonizaron bajo su gobierno diferentes islas del Caribe.

Aunque piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros muchas veces se confundieron en el mismo oficio: el pillaje, P. Veyne asegura que: “Los barcos corsarios llevaban patentes reales; ésta era su diferencia con los piratas: viajaban bajo el auspicio y la protección del rey, atacando en principio únicamente a los barcos enemigos y pagando una parte a la corona”. Pero ¿qué significaba ser un corsario? El corsario era un particular que establecía un contrato denominado Carta de Marca o Patente de Corso. Dicho contrato realizado con la corona del  imperio le concedía como una especie de licencia de navegación por el país de donde provenía.

En los contratos se establecían reglas regidas en algunos casos por el Libro del Consulado del Mar o Código de las Partidas. Entre los derechos otorgados a los corsarios, las patentes de corso autorizaban a perseguir los barcos  piratas en tiempos de guerra,  y otorgaba a los corsarios el derecho a quedarse con las presas capturadas o parte de ellas  Además, los corsarios penetraron a tierra firme atacando las fortalezas españolas, saqueaban los pueblos y llegaron a constituir gobiernos en nombre de la corana inglesa. En algunos casos atacando y expulsando a los españoles. En esta misión se hizo famoso el galés Henry Morgan.


HENRY MORGAN, ¿CABALLERO O LADRÓN?

Henry Morgan, el famoso pirata nacido en Gales, provincia de Inglaterra (1635), fue uno de los más grandes saqueadores y ladrón de mar. Empezó a incursionar en la piratería contra las posesiones españolas en 1654 cuando fue reclutado en un barco de la Armada británica. Al siguiente año, Morgan, participa en la toma de Jamaica, sitio estratégico para los colonizadores españoles. Luego, Carlos II, ofrece patentes de corso para proteger la isla y Morgan se incorpora al trabajo en los barcos corsarios que atacaban posesiones y barcos hispanos. Su ambición lo llevó a una rápida carrera convirtiéndose en uno de los más grandes enemigos de la corana española. Entre sus mayores y osadas hazañas, se pueden destacar:

El saqueo a Puerto Príncipe: El 16 de marzo de 29 de 1668 desembarcó en este puerto y derrotaron al batallón de caballería que cuidaba la ciudad. Encerró a sus habitantes en las iglesias y los presionó bajo tormentos para conseguir riquezas. Se dice que el botín encontrado fue de poco valor en pesos. Por esto, se robaron los objetos más valiosos de las iglesias. Antes de partir impuso un tributo de quema a la ciudad de 500 vacas y sal. Impuesto que fue cancelado entre los pobladores.

Saqueo de Portobelo: Después del saqueo a Puerto Príncipe se dirige en busca de mayores riquezas a Portobelo (Panamá), considerada una de las plazas más fuertes del imperio español. Con 8 embarcaciones y 400 hombres a su disposición, que en el camino aumentaros a 9 y 460 hombres gracias a sus aliados, atacó por sorpresa a los tres castillos que la protegían: el Castillo de Santiago, el Fuerte de San Jerónimo y San Felipe. En el pillaje adquirió un gran botín del cual cedió parte a la Corona Británica.      

Saqueo de la ciudad de Panamá: A pesar de los tratados entre la corona y española y la británica (1667-1670) que establecían el fomento de nuevas relaciones comerciales y el aparente fin de las disputas por los territorios en la América, Morgan, asociado con el holandés Eduard Mansvelt y el gobernador de Jamaica Thomas Modyford, formo una compañía formada por filibusteros ambiciosos de riquezas. Al mando de ella atacó a Puerto Príncipe, Maracaibo, Portobelo, Santa Marta, el archipiélago de San Andrés y Providencia y, finalmente, la ciudad de Panamá, plaza estratégica para los españoles en la llamada ruta del oro.

Consideran los historiadores el asalto a Panamá (1671) como uno de los mayores hitos de la historia de la piratería, ya que Morgan se apoderó de un cuantioso botín en su recorrido sangriento y de pillaje. En esencia, ladrón que roba a ladrón. Morgan logra apodarse preciosos que iba a ser enviado a España, incendió la ciudad, que fue abandonada, y se llevó consigo 175 mulas cargadas de oro, plata y joyas, además de 600 prisioneros por quienes exigió recompensa para liberarlos. Al marcharse dejó en ruinas a lo que hoy se conoce como Panamá viejo, ciudad que fue incendiada y destruida por los saqueadores.

Al regresar a Jamaica, Henry Morgan fue recibido con honores. Sin embargo, ante los reclamos de España ante Inglaterra, su ataque a las plazas dominadas por la corona española se consideró como acto de piratería. Para apaciguar dichos reclamos, el gobernador Modyford (Jamaica) y Morgan, fueron llevados a Inglaterra y entregados a la justicia británica. Morgan, debido la amenaza de piratas franceses sobre Jamaica, en 1674, regresó a su emporio de riquezas, Jamaica. Pero antes de partir fue nombrado caballero, Sir Henry Morgan, por el rey Carlos II, quien además le concedió el cargo de Teniente de Gobernador de Jamaica. El  historiador jamaicano, Rebecca Tortelo, se refiere así de Morgan:
 "era más que un bucanero. El mismo hombre que pudo blasfemar, maldecir, beber y fornicar con sus camaradas en cualquier antro, o liderar una banda de delincuentes por millas a través de junglas hostiles y pantanos... también demostró ser un astuto político con una visión amplia, superior a quienes atrajo con su peculiar magnetismo".

En síntesis; señala uno de los estudiosos de la piratería en los territorios de América y el Caribe:
"En Europa surge como nuevo pirata la figura del corsario inglés, una clase social sui géneris, especializada en el robo marítimo, en el saqueo de ciudades, puertos y mercancías. Los corsarios disfrutaban de lo que se llama patente de corso, es decir, «licencia para robar y saquear» con la autorización explícita del rey u otro gobernante. Esta patente era privilegio de Inglaterra y Francia, que tenían a sus corsarios institucionalizados y cuya actividad se convierte en lícita en tiempos de guerra. De esta manera, los piratas clásicos se van haciendo corsarios, que es una postura más cómoda, pues actúan siempre dentro de un orden legitimado y bajo la protección de la ley".


BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Morgan y el saqueo a panamá. Disponible en:

Piratas en América. Disponible en:

Henry Morgan, corsario y pirata del Caribe. Disponible en:

Restrepo, Carlos. El nombre de América. Disponible en:

Corsarios. Disponible en:

Henry Morgan. Disponible en:

Piratería. Disponible en:

Henry Morgan, el sirviente inglés. Disponible en:

Sir Henry Morgan. Disponible  en:

Henry Morgan (Síntesis biográfica) EcuRed. Disponible en:

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