LAS PIRATERÍAS DEL PIRATA MORGAN
LLEGARON LOS
DUEÑOS DE LO AJENO
Como
los españoles, los ingleses, también vinieron hacerse dueño de lo ajeno.
Después del llamado descubrimiento de América atribuido a Cristóbal Colón
(1492) se inicia el saqueo de las riquezas en nuestros territorios. La Madre
Patria quiso mantener en secreto la “Nueva Tierra Prometida” solo para ella.
Pero el proceso de expansión de los imperios europeos no era exclusivo de la
Corona de España, ya que los ingleses también andaban en busca de materia prima
para el desarrollo de su naciente capitalismo. Así, pues, las aves de rapiña se lanzaron
sobre su presa: Las Indias. Donde Colón creyó haber llegado como lo manifiesta
en una de sus cartas dirigida a los reyes de España:
“Desde
el punto de vista espiritual, he llegado a las Indias, aislado con mis
meditaciones, enfermo, esperando la muerte de un día para el otro, rodeado de
un millón de salvajes crueles que nos hacen la guerra, alejado de los Santos
Sacramentos, de la Santa Iglesia que olvidará mi pobre alma, si ella abandona
aquí mi pobre cuerpo”. (C. Colón, 1503)
Posteriormente, Colón, junto con Américo Vespucio, se
percatan que habían llegado a lo que nombraron como “El Nuevo Mundo”. En uno de
sus apartes, Vespucio describe en su carta (1503) algunas de las características
de nuestros nativos: “Sus armas son el arco y la flecha.
Cuando se enfrentan en batalla no se cubren ninguna parte del cuerpo, de modo
que aun en esto son semejantes a las bestias”. Y como bestias fueron tratados, en su
mayoría diezmados, desplazados de sus propios territorios y saqueadas sus
riquezas.
PIRATAS,
CORSARIOS, FILIBUSTEROS Y BUCANEROS: TODOS BAJO EL MISMO SELLO
Antes
de iniciarse la piratería en las colonias españolas en América, ya estas prácticas se habían realizados en
otras partes del mundo como consecuencia del desarrollo del proceso
expansionista que estaba en pleno auge en varios países europeos (Inglaterra,
Francia y Holanda, incluido España y otros). En resumen, se sostiene que: “La piratería
surgió y en pequeña escala reflejo los conflictos sobre el comercio y la
colonización que los grandes poderes europeos rivales de la época mantenían,
incluyendo los imperios de Gran Bretaña, España, Holanda, Portugal y Francia.
Muchos de estos piratas fueron ingleses, franceses, españoles y holandeses”.
El imperio español se creyó dueño
absoluto de todo el territorio conquistado en América. Alejandro V aseguraba
que todo el territorio conquistado era “Inalienable e Intransferible” y gozaba
de la firma papal; por tanto, era un “derecho divino”. No creían igual los franceses
ni la corana inglesa. Todo lo contrario, Isabel de Inglaterra sostenía que los
mares y los cielos son de todos. Con lo cual quería decir que también los
ingleses tenían parte en el botín. De tal manera, que es difícil definir cuál
de los tantos tenía mayor ambición hacia
las riquezas de los territorios del Nuevo Mundo.
LLEGARON, ROBARON Y SE QUEDARON
El creciente comerció entre las
colonias y España y la explotación del oro y la plata que ambicionaban también
el resto de los imperios europeos, fue una de las causas del inicio de la
piratería en los mares y en tierra firme. El apogeo de la ambición del oro
en América inició la lucha entre los
imperios por el control de la explotación del mineral precioso y el dominio
territorial. Según Paul Veyne, primero fueron los corsarios franceses y le
siguieron los ingleses. Quienes no solo se dedicaron a atacar los barcos
españoles que transportaban el oro y la plata, sino que también asaltaban las
poblaciones estratégicas fundadas por los españoles y colonizaron bajo su gobierno diferentes
islas del Caribe.
Aunque piratas, corsarios, bucaneros y
filibusteros muchas veces se confundieron en el mismo oficio: el pillaje, P.
Veyne asegura que: “Los barcos corsarios llevaban patentes reales; ésta
era su diferencia con los piratas: viajaban bajo el auspicio y la protección
del rey, atacando en principio únicamente a los barcos enemigos y pagando una
parte a la corona”. Pero ¿qué
significaba ser un corsario? El corsario era un particular que establecía un contrato
denominado Carta de Marca o Patente de Corso. Dicho contrato realizado con la
corona del imperio le concedía como una
especie de licencia de navegación por el país de donde provenía.
En los contratos se
establecían reglas regidas en algunos casos por el Libro del Consulado del Mar
o Código de las Partidas. Entre los derechos otorgados a los corsarios, las
patentes de corso autorizaban a perseguir los barcos piratas en tiempos de guerra, y otorgaba a los corsarios el derecho a
quedarse con las presas capturadas o parte de ellas Además, los corsarios penetraron a tierra
firme atacando las fortalezas españolas, saqueaban los pueblos y llegaron a
constituir gobiernos en nombre de la corana inglesa. En algunos casos atacando
y expulsando a los españoles. En esta misión se hizo famoso el galés Henry
Morgan.
HENRY MORGAN,
¿CABALLERO O LADRÓN?
Henry Morgan, el
famoso pirata nacido en Gales, provincia de Inglaterra (1635), fue uno de los
más grandes saqueadores y ladrón de mar. Empezó a incursionar en la piratería
contra las posesiones españolas en 1654 cuando fue reclutado en un barco de la
Armada británica. Al siguiente año, Morgan, participa en la toma de Jamaica,
sitio estratégico para los colonizadores españoles. Luego, Carlos II, ofrece
patentes de corso para proteger la isla y Morgan se incorpora al trabajo en los
barcos corsarios que atacaban posesiones y barcos hispanos. Su ambición lo
llevó a una rápida carrera convirtiéndose en uno de los más grandes enemigos de
la corana española. Entre sus mayores y osadas hazañas, se pueden destacar:
El saqueo a Puerto Príncipe: El 16 de marzo de 29
de 1668 desembarcó en este puerto y derrotaron al batallón de caballería que
cuidaba la ciudad. Encerró a sus habitantes en las iglesias y los presionó bajo
tormentos para conseguir riquezas. Se dice que el botín encontrado fue de poco
valor en pesos. Por esto, se robaron los objetos más valiosos de las iglesias.
Antes de partir impuso un tributo de quema a la ciudad de 500 vacas y sal.
Impuesto que fue cancelado entre los pobladores.
Saqueo de Portobelo: Después del saqueo a Puerto Príncipe se dirige en busca de
mayores riquezas a Portobelo (Panamá), considerada una de las plazas más
fuertes del imperio español. Con 8 embarcaciones y 400 hombres a su disposición,
que en el camino aumentaros a 9 y 460 hombres gracias a sus aliados, atacó por
sorpresa a los tres castillos que la protegían: el Castillo de Santiago, el
Fuerte de San Jerónimo y San Felipe. En el pillaje adquirió un gran botín del
cual cedió parte a la Corona Británica.
Saqueo de la ciudad de Panamá: A pesar de los
tratados entre la corona y española y la británica (1667-1670) que establecían
el fomento de nuevas relaciones comerciales y el aparente fin de las disputas por
los territorios en la América, Morgan, asociado con el holandés Eduard Mansvelt
y el gobernador de Jamaica Thomas Modyford, formo una compañía formada por
filibusteros ambiciosos de riquezas. Al mando de ella atacó a Puerto Príncipe,
Maracaibo, Portobelo, Santa Marta, el archipiélago de San Andrés y Providencia
y, finalmente, la ciudad de Panamá, plaza estratégica para los españoles en la
llamada ruta del oro.
Consideran los
historiadores el asalto a Panamá (1671) como uno de los mayores hitos de la historia
de la piratería, ya que Morgan se apoderó de un cuantioso botín en su recorrido
sangriento y de pillaje. En esencia, ladrón que roba a ladrón. Morgan logra
apodarse preciosos que iba a ser enviado a España, incendió la ciudad, que fue
abandonada, y se llevó consigo 175 mulas cargadas de oro, plata y joyas, además
de 600 prisioneros por quienes exigió recompensa para liberarlos. Al marcharse
dejó en ruinas a lo que hoy se conoce como Panamá viejo, ciudad que fue
incendiada y destruida por los saqueadores.
Al regresar a Jamaica,
Henry Morgan fue recibido con honores. Sin embargo, ante los reclamos de España
ante Inglaterra, su ataque a las plazas dominadas por la corona española se consideró
como acto de piratería. Para apaciguar dichos reclamos, el gobernador Modyford (Jamaica)
y Morgan, fueron llevados a Inglaterra y entregados a la justicia británica.
Morgan, debido la amenaza de piratas franceses sobre Jamaica, en 1674, regresó
a su emporio de riquezas, Jamaica. Pero antes de partir fue nombrado caballero,
Sir Henry Morgan, por el rey Carlos II, quien además le concedió el cargo de Teniente
de Gobernador de Jamaica. El historiador
jamaicano, Rebecca Tortelo, se refiere así de Morgan:
"…era más que un bucanero. El mismo hombre que pudo blasfemar, maldecir, beber y fornicar con sus camaradas en cualquier antro, o liderar una banda de delincuentes por millas a través de junglas hostiles y pantanos... también demostró ser un astuto político con una visión amplia, superior a quienes atrajo con su peculiar magnetismo".
En síntesis; señala uno de los estudiosos de la piratería en los territorios de América y el Caribe:
"En
Europa surge como nuevo pirata la figura del corsario inglés, una clase
social sui géneris, especializada en el robo marítimo, en el saqueo de
ciudades, puertos y mercancías. Los corsarios disfrutaban de lo que se llama patente de corso, es decir,
«licencia para robar y saquear» con la autorización explícita del rey u otro
gobernante. Esta patente era privilegio de Inglaterra y Francia, que tenían a sus
corsarios institucionalizados y cuya actividad se convierte en lícita en
tiempos de guerra. De esta manera, los piratas clásicos se van haciendo
corsarios, que es una postura más cómoda, pues actúan siempre dentro de un
orden legitimado y bajo la protección de la ley".
BIBLIOGRAFIA
CONSULTADA
Morgan y el saqueo a panamá. Disponible en:
Piratas
en América. Disponible en:
Henry
Morgan, corsario y pirata del Caribe. Disponible en:
Restrepo,
Carlos. El nombre de América. Disponible en:
Corsarios. Disponible en:
Henry Morgan. Disponible en:
Piratería. Disponible en:
Henry Morgan, el sirviente inglés. Disponible en:
Sir Henry Morgan. Disponible en:
Henry Morgan (Síntesis biográfica) EcuRed. Disponible en:
Excelente!!!!
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