miércoles, 3 de agosto de 2016

TIPOS Y SIGNIFICADO DE LA BANDERA PIRATA O “JOLLY ROGER”


En una entrada anterior revisamos algunas teorías sobre el origen de este famoso símbolo pirata, también conocido como “Jolly Roger”. En esta ocasión vamos a hablar un poco sobre su significado y los distintos tipos de banderas utilizadas por piratas famosos.

Cuando pensamos en piratas, normalmente nos viene a la mente la popular bandera de fondo negro con la calavera blanca y los dos huesos entrecruzados. La hemos visto representada en incontables películas y relatos sobre piratas, y esta imagen se ha asociado a la muerte desde muchos siglos atrás.




Pero, ¿acaso esta era la bandera más usada en la época? No. En realidad muchos usaban sencillamente un trapo negro, pero algunas tripulaciones elaboraron más el diseño de su bandera para hacerla más intimidante. Es por esto que podemos encontrar una gran variedad de elementos relacionados con la muerte en ellas: esqueletos, demonios, corazones sangrantes, relojes de arena, lanzas y espadas, entre otros. Además, en algunos casos utilizaban colores como el rojo y el amarillo. Más adelante hablaremos de su significado.

Veamos algunas banderas de piratas famosos: 



Todos los elementos mencionados tenían un significado particular para la tripulación. Por ejemplo, se cree que la imagen de esqueletos bailando, utilizada frecuentemente en las banderas, estaba relacionada con la preocupación por su destino. Por otra parte, el reloj de arena significaba que el tiempo se les acababa o que la muerte se aproximaba a los adversarios.

Como vemos, la bandera que conocemos actualmente es solo una de las muchas que existían entonces, pero todas cumplían con el propósito de infundir miedo a las víctimas antes del abordaje y ataque. Servían para comunicar un mensaje claro y directo:

“Rendíos mientras estéis a tiempo, si no, lucharemos sin cuartel”

Contrario a lo que se cree, los piratas no mantenían la bandera izada todo el tiempo, sólo se alzaba para iniciar un abordaje. No tenía sentido avisarles a sus posibles presas su naturaleza pirata, pues intentarían huir o incitaría el ataque. Además, estaba relacionado con una de sus técnicas habituales: los ataques de falsa bandera. En éstos, la tripulación avistaba un barco mercante y alzaba la bandera del país de dicho barco para que les permitieran acercarse. Al estar cerca de la nave, alzaban su Jolly Roger para atemorizarlos y hacer que se rindieran. 

En la mayoría de casos, la bandera se usaba sólo a modo de advertencia para atemorizar a las víctimas y que éstas se rindieran sin poner resistencia (un ataque no era lo más conveniente si querían hacerse con una nave y unas mercancías que estuvieran en el mejor estado). Si el barco no se rendía, sacaban la bandera roja, indicando que se disponían a atacar sin compasión con sus vidas y ya no se aceptaría ningún tipo de rendición. Esta era, sin lugar a dudas, la bandera más aterradora que pudieran ver hondeando en el mar.

domingo, 31 de julio de 2016

LOS PIRATAS EN LA LITERATURA

Tal como se ha dicho en este blog la vida de estos personajes -piratas y corsarios- ha sido fuente de inspiración para muchos escritores. Tomemos solo algunos  títulos como ejemplo:
  • "La isla del tesoro" de Robert Louis Stevenson
  • "Capitán Blood" de Rafael Sabatini
  • "Sandokan" de Emilio Salgari
  • "El corsario negro" de Emilio Salgari
  • "La reina del Caribe" de Emilio Salgari
  • "El libro de los piratas" de José de Espronceda
  • "Vampiratas, una obra de terror" de Justin Somper
  • "La taza de oro" de John Steimbeck
  • "Historias de piratas" de Arthur Conan Doyle
  • "Latitudes piratas" de Michael Crichton
Uno de los autores más prolíficos fue Emilio Salgari (Verona 1863- Turín 1911) escritor, marino y periodista autor de novelas de aventuras de gran éxito, evocó atmósferas fantásticas y épicas. Publicó 130 cuentos y 85 novelas que fueron traducidas a varios idiomas. En 1898 su editor Donath lo impulsó a mudarse a Génova donde entró en contacto con el ambiente marítimo de la Liguria el cual fue fuente de inspiración para varios de sus libros. También conoció a quién se convertiría en el ilustrador de su obra, el destacado Giuseppe Gamba. Produjo los ciclos: "Piratas de la Malasia" , "Piratas del Caribe", "Piratas de las Bermudas" y "Aventuras en el Far West". Del primer ciclo conformado por once novelas el protagonista es el pirata Sandokán, se destacan "Los piratas de la Malasia" (1896); "Los dos tigres" (1904) y "El rey del mar" (1906); "La venganza de Sandokan"(1907); del segundo ciclo que transcurre en el mar Caribe en el siglo XVII está constituido por cinco novelas, siendo su protagonista el Corsario Negro Emilio di Roccanegra, se destacan:  "El corsario negro" (1899); "La reina del Caribe" (1901),  "Yolanda, la hija del corsario negro" (1905) y "Los últimos filibusteros" (1907) y del tercero "Los piratas de las Bermudas" (1909) y  "Dos abordajes" (1910).

Sus héroes encarnaban sentimientos básicos como la justicia, el honor, la amistad y la defensa de los débiles. En 1907 cesó su contrato con Donath y pasó a trabajar con la editorial Bemporad para la cual escribió 19 novelas hasta su muerte en 1911. 

Si bien tuvo un importante éxito entre el público juvenil, el desequilibrio psíquico de su esposa -la actriz de teatro Ida Peruzzi con quién se había casado en 1892 y tuvo cuatro hijos- que derivó en la internación de la misma en un centro de salud mental, sumado a otras tragedias familiares lo condujeron al suicidio. Fracasó en su primer intento en 1909, pero finalmente se quitó la vida abriéndose el vientre con un cuchillo el 25 de abril de 1911. Al hacerlo dejó tres cartas, para sus hijos, sus editores y los directores de los periódicos de Turín. La carta a sus editores fue signifcativa:

"A vosotros que os habeis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semimiseria o aún peor, solo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupeis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari"





Bibliografía:

miércoles, 27 de julio de 2016

FUERTES Y CASTILLOS DEL CARIBE, ATACADOS POR PIRATAS Y FILIBUSTEROS


Durante el reinado de Felipe II y sus sucesores reales, en la época de la conquista y la colonia, se construyeron una red de fuertes, castillos o fortalezas para defender el virreinato español y sus colonias y riquezas. Fueron construcciones semejantes a los castillos de europeos, para defender y protegerse de los ataques y saqueos de piratas, corsarios y filibusteros ingleses, franceses y holandeses. En el siguiente mapa se muestran los principales fuertes y castillos del caribe atacados por estos personajes durante el siglo XVI y XVII.



Los piratas del caribe


Esta es una lista de piratas, bucaneros, corsarios, filibusteros, vitalianos, berberiscos, vikingos y otras personas involucradas en la piratería y otras actividades relacionadas. Esta lista incluye tanto a los capitanes como a miembros destacados de la tripulación.



Videos de piratas


Armas de los Piratas, Corsarios, Bucaneros y Filibusteros

Armas de:
Piratas, Corsarios, Bucaneros y Filibusteros


Las armas que utilizaban los piratas, corsarios, bucaneros, filibusteros, estaban en consonancia con las épocas en que vivieron. Cuando alcanzaban el barco, realizan el abordaje. Con las hachas, alabardas y chuzos rompían el velamen para inmovilizarlo, y tras un primer disparo de arcabuces, pistolas y mosquetes, pasaban a la lucha cuerpo a cuerpo con armas blancas como cuchillos, dagas, alfanje, espadas, etc. Los traviesos del mar siempre estaban fuertemente armados y se quedaban con las armas de conseguían en sus asaltos. Sus armas eran las habituales de la época, aunque preferían las armas que pudieran utilizar con más facilidad y eficacia en sus abordajes.

En el siguiente enlace, se presenta un breve video acerca de las armas de los traviesos del mar.





Fuente:
http://www.corsarios.net/index-armasdepiratas.php

domingo, 24 de julio de 2016

CANCIÓN DEL PIRATA


Las hazañas de los piratas españoles atrajo a muchos poetas y escritores, quienes resaltaban como proezas las acciones realizadas en los mares y en los territorios de América y de otras tierras. Loaban la valentía de estos buscadores de riquezas para su propio usufructo o para compartirlas con sus reyes. José de Espronceda fue uno de los poetas que exaltó la piratería. De su autoría, comparto esta composición poética que se convirtió prácticamente en himno de exaltación de los valores de estos asaltantes, saqueadores y ladrones de oficio.    

José de Espronceda
1808-1842
CANCIÓN DEL PIRATA

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela,
en la loma gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá en su frente Estambul.

“Navega, velero mío, sin temor,
que ni enemigo navío,
ni tormento, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas hemos hecho
a despecho del inglés,
y han rendido sus pendones
cien naciones a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa, sea cualquiera,
ni bandera de esplendor,
que no sienta mi derecho
y dé pecho a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro…

A la voz de “¡barco viene!”
es de ver cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar.
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas yo divido
lo cogido por igual.
sólo quiero por riqueza
la belleza sin rival.

Que es mi barco mi tesoro…

Sentenciado estoy a muerte.
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna entena
quizá en su propio navío.
Y si caigo,¿qué es la vida?

Por perdida ya la di,
cuando el yugo del esclavo
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro…
Son mi música mejor aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno al son violento,
y del viento al rebramar,
yo me duermo sosegado,
arrullado por el mar.

Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

viernes, 22 de julio de 2016

LAS PIRATERIAS DEL PIRATA MORGAN


LAS PIRATERÍAS DEL PIRATA MORGAN

LLEGARON LOS DUEÑOS DE LO AJENO

Como los españoles, los ingleses, también vinieron hacerse dueño de lo ajeno. Después del llamado descubrimiento de América atribuido a Cristóbal Colón (1492) se inicia el saqueo de las riquezas en nuestros territorios. La Madre Patria quiso mantener en secreto la “Nueva Tierra Prometida” solo para ella. Pero el proceso de expansión de los imperios europeos no era exclusivo de la Corona de España, ya que los ingleses también andaban en busca de materia prima para el desarrollo de su naciente capitalismo.  Así, pues, las aves de rapiña se lanzaron sobre su presa: Las Indias. Donde Colón creyó haber llegado como lo manifiesta en una de sus cartas dirigida a los reyes de España:
“Desde el punto de vista espiritual, he llegado a las Indias, aislado con mis meditaciones, enfermo, esperando la muerte de un día para el otro, rodeado de un millón de salvajes crueles que nos hacen la guerra, alejado de los Santos Sacramentos, de la Santa Iglesia que olvidará mi pobre alma, si ella abandona aquí mi pobre cuerpo”. (C. Colón, 1503)


Posteriormente, Colón, junto con Américo Vespucio, se percatan que habían llegado a lo que nombraron como “El Nuevo Mundo”. En uno de sus apartes, Vespucio describe en su carta (1503) algunas de las características de nuestros nativos: “Sus armas son el arco y la flecha. Cuando se enfrentan en batalla no se cubren ninguna parte del cuerpo, de modo que aun en esto son semejantes a las bestias”. Y como bestias fueron tratados, en su mayoría diezmados, desplazados de sus propios territorios y saqueadas sus riquezas. 

PIRATAS, CORSARIOS, FILIBUSTEROS Y BUCANEROS: TODOS BAJO EL MISMO SELLO

Antes de iniciarse la piratería en las colonias españolas en América,  ya estas prácticas se habían realizados en otras partes del mundo como consecuencia del desarrollo del proceso expansionista que estaba en pleno auge en varios países europeos (Inglaterra, Francia y Holanda, incluido España y otros). En resumen, se sostiene que: “La piratería surgió y en pequeña escala reflejo los conflictos sobre el comercio y la colonización que los grandes poderes europeos rivales de la época mantenían, incluyendo los imperios de Gran Bretaña, España, Holanda, Portugal y Francia. Muchos de estos piratas fueron ingleses, franceses, españoles y holandeses”.

El imperio español se creyó dueño absoluto de todo el territorio conquistado en América. Alejandro V aseguraba que todo el territorio conquistado era “Inalienable e Intransferible” y gozaba de la firma papal; por tanto, era un “derecho divino”. No creían igual los franceses ni la corana inglesa. Todo lo contrario, Isabel de Inglaterra sostenía que los mares y los cielos son de todos. Con lo cual quería decir que también los ingleses tenían parte en el botín. De tal manera, que es difícil definir cuál de los tantos tenía mayor  ambición hacia las riquezas de los territorios del Nuevo Mundo. 

LLEGARON, ROBARON Y SE QUEDARON
El creciente comerció entre las colonias y España y la explotación del oro y la plata que ambicionaban también el resto de los imperios europeos, fue una de las causas del inicio de la piratería en los mares y en tierra firme. El apogeo de la ambición del oro en  América inició la lucha entre los imperios por el control de la explotación del mineral precioso y el dominio territorial. Según Paul Veyne, primero fueron los corsarios franceses y le siguieron los ingleses. Quienes no solo se dedicaron a atacar los barcos españoles que transportaban el oro y la plata, sino que también asaltaban las poblaciones estratégicas fundadas por los españoles  y colonizaron bajo su gobierno diferentes islas del Caribe.

Aunque piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros muchas veces se confundieron en el mismo oficio: el pillaje, P. Veyne asegura que: “Los barcos corsarios llevaban patentes reales; ésta era su diferencia con los piratas: viajaban bajo el auspicio y la protección del rey, atacando en principio únicamente a los barcos enemigos y pagando una parte a la corona”. Pero ¿qué significaba ser un corsario? El corsario era un particular que establecía un contrato denominado Carta de Marca o Patente de Corso. Dicho contrato realizado con la corona del  imperio le concedía como una especie de licencia de navegación por el país de donde provenía.

En los contratos se establecían reglas regidas en algunos casos por el Libro del Consulado del Mar o Código de las Partidas. Entre los derechos otorgados a los corsarios, las patentes de corso autorizaban a perseguir los barcos  piratas en tiempos de guerra,  y otorgaba a los corsarios el derecho a quedarse con las presas capturadas o parte de ellas  Además, los corsarios penetraron a tierra firme atacando las fortalezas españolas, saqueaban los pueblos y llegaron a constituir gobiernos en nombre de la corana inglesa. En algunos casos atacando y expulsando a los españoles. En esta misión se hizo famoso el galés Henry Morgan.


HENRY MORGAN, ¿CABALLERO O LADRÓN?

Henry Morgan, el famoso pirata nacido en Gales, provincia de Inglaterra (1635), fue uno de los más grandes saqueadores y ladrón de mar. Empezó a incursionar en la piratería contra las posesiones españolas en 1654 cuando fue reclutado en un barco de la Armada británica. Al siguiente año, Morgan, participa en la toma de Jamaica, sitio estratégico para los colonizadores españoles. Luego, Carlos II, ofrece patentes de corso para proteger la isla y Morgan se incorpora al trabajo en los barcos corsarios que atacaban posesiones y barcos hispanos. Su ambición lo llevó a una rápida carrera convirtiéndose en uno de los más grandes enemigos de la corana española. Entre sus mayores y osadas hazañas, se pueden destacar:

El saqueo a Puerto Príncipe: El 16 de marzo de 29 de 1668 desembarcó en este puerto y derrotaron al batallón de caballería que cuidaba la ciudad. Encerró a sus habitantes en las iglesias y los presionó bajo tormentos para conseguir riquezas. Se dice que el botín encontrado fue de poco valor en pesos. Por esto, se robaron los objetos más valiosos de las iglesias. Antes de partir impuso un tributo de quema a la ciudad de 500 vacas y sal. Impuesto que fue cancelado entre los pobladores.

Saqueo de Portobelo: Después del saqueo a Puerto Príncipe se dirige en busca de mayores riquezas a Portobelo (Panamá), considerada una de las plazas más fuertes del imperio español. Con 8 embarcaciones y 400 hombres a su disposición, que en el camino aumentaros a 9 y 460 hombres gracias a sus aliados, atacó por sorpresa a los tres castillos que la protegían: el Castillo de Santiago, el Fuerte de San Jerónimo y San Felipe. En el pillaje adquirió un gran botín del cual cedió parte a la Corona Británica.      

Saqueo de la ciudad de Panamá: A pesar de los tratados entre la corona y española y la británica (1667-1670) que establecían el fomento de nuevas relaciones comerciales y el aparente fin de las disputas por los territorios en la América, Morgan, asociado con el holandés Eduard Mansvelt y el gobernador de Jamaica Thomas Modyford, formo una compañía formada por filibusteros ambiciosos de riquezas. Al mando de ella atacó a Puerto Príncipe, Maracaibo, Portobelo, Santa Marta, el archipiélago de San Andrés y Providencia y, finalmente, la ciudad de Panamá, plaza estratégica para los españoles en la llamada ruta del oro.

Consideran los historiadores el asalto a Panamá (1671) como uno de los mayores hitos de la historia de la piratería, ya que Morgan se apoderó de un cuantioso botín en su recorrido sangriento y de pillaje. En esencia, ladrón que roba a ladrón. Morgan logra apodarse preciosos que iba a ser enviado a España, incendió la ciudad, que fue abandonada, y se llevó consigo 175 mulas cargadas de oro, plata y joyas, además de 600 prisioneros por quienes exigió recompensa para liberarlos. Al marcharse dejó en ruinas a lo que hoy se conoce como Panamá viejo, ciudad que fue incendiada y destruida por los saqueadores.

Al regresar a Jamaica, Henry Morgan fue recibido con honores. Sin embargo, ante los reclamos de España ante Inglaterra, su ataque a las plazas dominadas por la corona española se consideró como acto de piratería. Para apaciguar dichos reclamos, el gobernador Modyford (Jamaica) y Morgan, fueron llevados a Inglaterra y entregados a la justicia británica. Morgan, debido la amenaza de piratas franceses sobre Jamaica, en 1674, regresó a su emporio de riquezas, Jamaica. Pero antes de partir fue nombrado caballero, Sir Henry Morgan, por el rey Carlos II, quien además le concedió el cargo de Teniente de Gobernador de Jamaica. El  historiador jamaicano, Rebecca Tortelo, se refiere así de Morgan:
 "era más que un bucanero. El mismo hombre que pudo blasfemar, maldecir, beber y fornicar con sus camaradas en cualquier antro, o liderar una banda de delincuentes por millas a través de junglas hostiles y pantanos... también demostró ser un astuto político con una visión amplia, superior a quienes atrajo con su peculiar magnetismo".

En síntesis; señala uno de los estudiosos de la piratería en los territorios de América y el Caribe:
"En Europa surge como nuevo pirata la figura del corsario inglés, una clase social sui géneris, especializada en el robo marítimo, en el saqueo de ciudades, puertos y mercancías. Los corsarios disfrutaban de lo que se llama patente de corso, es decir, «licencia para robar y saquear» con la autorización explícita del rey u otro gobernante. Esta patente era privilegio de Inglaterra y Francia, que tenían a sus corsarios institucionalizados y cuya actividad se convierte en lícita en tiempos de guerra. De esta manera, los piratas clásicos se van haciendo corsarios, que es una postura más cómoda, pues actúan siempre dentro de un orden legitimado y bajo la protección de la ley".


BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Morgan y el saqueo a panamá. Disponible en:

Piratas en América. Disponible en:

Henry Morgan, corsario y pirata del Caribe. Disponible en:

Restrepo, Carlos. El nombre de América. Disponible en:

Corsarios. Disponible en:

Henry Morgan. Disponible en:

Piratería. Disponible en:

Henry Morgan, el sirviente inglés. Disponible en:

Sir Henry Morgan. Disponible  en:

Henry Morgan (Síntesis biográfica) EcuRed. Disponible en: